lunes, 29 de abril de 2013


Estrategias para reducir el consumo de alcohol


Algunos pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia en reducir las probabilidades de tener problemas relacionados con el  consumo de alcohol. Aquí presentamos algunas estrategias para probar. Marca algunas para probarlas la primera semana, y agrega otras la semana siguiente.
shutterstockALCOHOLICdrink_65091139

Lleva la cuenta

Lleva la cuenta de cuánto bebes. Encuentra alguna manera de hacerlo que te sirva—como, por ejemplo, llevar una tarjeta de 3×5” (pulgadas) en tu cartera—
para hacer marcas en el calendario de la cocina o utiliza tu celular. Si tomas nota de cada trago antes de beberlo, eso te ayudará a ir más despacio cuando lo necesites.

Contar y medir

Conoce la medida de trago estándar, para poder contar tus tragos con precisión. Una medida de trago estándar equivale a 12 onzas de cerveza, 8 a 9 onzas de licor de malta, 5 onzas de vino de mesa o 1.5 onzas de bebidas con 80-graduación alcoholica (40 %) de contenido alcohólico. Mide los tragos que bebes en tu casa. Fuera de tu casa, puede resultar difícil saber la cantidad de medidas de trago estándar de un trago combinado. Para llevar la cuenta, puede que necesites pedirle la receta al camarero o barman.

Fijar metas

Decide cuántos días por semana deseas beber y cuántos tragos beberás esos días. Es una buena idea tener algunos días en los que no bebas. Los bebedores con los índices de trastornos más bajos debidos al uso de alcohol permanecen entre estos límites.

Ir lento y espaciado

Cuando bebas, hazlo con calma. Hazlo de a pequeños sorbos. No bebas más de un trago con alcohol por hora. Alterna “espaciadores de tragos”—tragos sin alcohol, como agua, soda o jugo— con tragos que contengan alcohol.

Incluir alimentos

No bebas con el estómago vacío—ten algo de comida para que el  alcohol sea absorbido más lentamente por tu organismo.

Evitar “disparadores”

¿Qué dispara tu impulso de beber? Si ciertas personas o lugares te llevan a beber aún cuando no deseas hacerlo, trata de evitarlos. Si ciertas actividades, horarios del día o sentimientos disparan el impulso, planifica lo que harás en lugar de beber. Si beber en tu casa es un problema, ten poco alcohol allí, o nada.

Planificar para controlar los impulsos

Cuando te ataque un impulso, ten en cuenta estas opciones: recuerda tus motivos para cambiar; convérsalo con detenimiento con alguna persona de tu confianza; o trátalo del mismo modo en que lo harías con una ola si estuvieras practicando surf: en lugar de luchar contra el sentimiento—y sabiendo que pronto alcanzarás la cresta y pasará—acéptelo y elude hábilmente.

Conocer tu “no”

Es posible que te ofrezcan un trago en oportunidades en las que no deseas beber. Ten listo un educado y convincente: “No, gracias”. Cuanto más rápidamente puedas decir no a estos ofrecimientos, menos propenso serás a ceder. Si vacilas, se estará dando tiempo para pensar excusas para aceptar.

Consejos prácticos adicionales para dejar de beber

Si deseas dejar de beber de una vez, las últimas tres estrategias pueden
ayudarte. Además, puede que desees pedir ayuda a personas que puedan
estar deseosas de ayudar, como un cónyuge o amigos no bebedores.
Unirse a Alcohólicos Anónimos u otro grupo de ayuda mutua es una forma de adquirir una red de amigos que han encontrado formas de vivir sin alcohol. Si dependes del alcohol y decides dejar de beber por completo, no lo hagas por tu propia cuenta. Para un bebedor empedernido, abandonar la bebida repentinamente puede provocar serios daños colaterales, como ataques de apoplejía. Ve a un médico para planificar una recuperación.

Fuente: Departamento de Salud y Servicios Humanos, Institutos Nacionales de la Salud, Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario